miércoles, 29 de diciembre de 2010

¡BIENVENIDO 2011!

Virginia Gil
Directora PLAE


Llega un nuevo año, el 2011, cargado de buenos propósitos e intenciones. De retos y esperanzas.

¿Será el 2011 el año de la anhelada recuperación? ¿De la estabilidad?
En nuestras manos está y hoy más que nunca.

Si echamos la vista atrás, para saber lo que ha sido el 2010, lo cierto es que el año se despide dejando un sabor de boca más dulce que en años anteriores. Según la IATA, el tráfico de carga aumentó el pasado mes de octubre un 14,4% más con respecto al 2009. Lo mismo sucedió a los puertos españoles con un aumento en dicho mes del 7,2%, según datos de Puertos del Estado. Crece de igual modo la demanda de suelo logístico, incremento del 33% en Madrid y del 69% en Barcelona de octubre a octubre. La recuperación se generaliza, aunque no para todos, ya que las dificultades todavía son palpables, sobre todo para las pequeñas empresas. Es el caso también del tráfico ferroviario de mercancías que registró un descenso respecto de 2008, aunque menor que en el 2009. (Datos de DBK). El sector de carretera, es en mi opinión el que más problemas sigue teniendo, por la continua subida de los precios del gasóleo, por la dificultad de financiación que conocen algunas empresas y sobre todo por la demora en el cobro de los servicios. A lo largo de este año 20.669 empresas han cerrado a nivel estatal. Esto sin contar la incertidumbre que genera el tema de la euroviñeta que tarde o temprano intuyo, terminará por ser aplicada en nuestro territorio. Con esta situación agridulce, son muchos los que se preguntan lo qué nos deparará el 2011, ¿qué futuro podemos esperar a medio - corto plazo?

Hay que aceptar, sin embargo, que cada vez son menos los que se aventuran en poner fecha al final de la recesión. Incluso los más expertos prefieren ser cautos. Aún y todo, existen varios estudios de prospectiva recientes que pretenden esbozar algunas respuestas. En ese sentido, tengo que citar en estas líneas, como en la mayoría de las líneas que redacto a nuestros amigos franceses a los que siempre sigo muy de cerca. Por mi cargo, por la agrupación a la que represento, pero sobre todo, por tantos años vividos y por vivir inmersa en la cultura y sociedad francesa.
Nuestros vecinos se aventuran a predecir, a diagnosticar lo que nos depararán los próximos años, tal vez para poner en marcha instrumentos y medidas específicas y adecuadas, tal vez para anticiparse y evitar que lo que ha sucedido vuelva a ocurrir. El próximo 20 de enero por ejemplo, tendrá lugar en París en la sede de la UIC, organizado por la Federación Francesa del acero, el seminario “La industria frente a las perspectivas del transporte de mercancías en el horizonte 2030”. En dicho seminario, se presentará, entre otros temas, el estudio “Perspectivas de los transportes 2030” que puede aportar, sin duda, datos interesantes. El mes pasado, el Centro de Análisis estratégica publicaba el documento “Transporte de mercancías mundial y cambio climático”, en el cual se analizan de igual modo las previsiones para el 2030 y el 2050 basándose principalmente en un proyecto europeo de 2009 “TRANSvisions”. El estudio propone además, un elenco de 30 líneas de acción para un comercio internacional más sostenible, un comercio que implique una reducción de la huella carbono de cada tonelada transportada en los diferentes medios de transportes conocidos, marítimo, aéreo, terrestre y fluvial. No estaría de más, tratar de poner en marcha a nivel nacional y europeo, algunas de estas medidas, y el 2011, porqué no, puede ser un buen año para empezar, que podrán servirnos de base a todos y cada uno de nosotros.

En cualquier caso, y desde mi humilde punto de vista, creo que se empieza a vislumbrar la luz del túnel, claro está para unos antes que para otros. En ese sentido creo que la gran mayoría, tratamos de una forma u otra de encontrar el camino, pero como decía un clásico, no llega antes el que va más rápido, sino el que sabe a dónde va.
Esta crisis no ha sido, ni es sólo financiera. Es una crisis de valores y de principios. Tendría o debería ser el acicate para hacernos cambiar a todos. Los triunfadores de esta crisis serán, los que luchen, los que se adapten, los que tengan sueños, visión e ilusión para salir adelante.
Si alzamos la vista, si nos detenemos tan sólo por unos momentos y miramos alrededor, leyendo la actualidad, me consta que en gran parte, lo que vivimos, lo que vemos denota una falta absoluta de diálogo y de confianza. Tenemos que aprender a compartir con los demás, aprender y dejar que los demás crezcan. Porque es el único modo para que nosotros también crezcamos.
Hace poco, en un foro, se comentaba que para salir adelante eran necesarios cuatro ingredientes: consenso, innovación, liderazgo, y recuperación de los valores de siempre. Creo que estos ingredientes son perfectamente válidos en el mundo del transporte y la logística.
Consenso, intentando llegar siempre a un acuerdo “ganar-ganar” que beneficie a ambas partes. Innovación, que principalmente reside en las personas, en todas las personas que forman parte de un proyecto y en las relaciones que establecen entre ellas.
Liderazgo y de esto hay grandes expertos, pero citaría a Koldo Saratxaga que afirma que el verdadero líder es el que deja hacer, soñar, marca caminos, es alguien aceptado y querido por los demás.
Y por último, recuperación de los valores de siempre, y pongo en primera línea la humildad y el trabajo, la confianza y la colaboración, así como la comprensión; porque entender al otro es clave.
Dicen algunos que el año 2011 será el año RE. Un año para respetar, reinventar, reciclar, responsabilizarse, recuperarse, recoger, realzar, repartir, reevaluar, reestructurar, redistribuir, relocalizar, reducir, reutilizar….la lista es larga y cada uno podrá completarla como estime oportuno. De lo que no hay duda, es que la solución está en cada uno de nosotros. Por lo tanto, el reto es nuestro y la responsabilidad también.
Desde estas líneas, sólo me queda darle la bienvenida al 2011 y desearos a todos un feliz año nuevo!

jueves, 21 de octubre de 2010

PEQUEÑA REFLEXIÓN SOBRE DESARROLLO SOSTENIBLE

Hace unos meses escuchaba en un foro la siguiente reflexión: “¿Hasta que punto es sostenible un transporte desde China? ¿Sabemos cuanto contamina? ¿No sería más sostenible producir más cerca?

Y fue la misma persona que había planteado la pregunta, que respondió lo siguiente: “Tal vez no sea realmente sostenible pero no cabe duda que es económicamente rentable. ¿Por lo tanto, donde acaba y donde empieza nuestra preocupación por la sostenibilidad?”
Creo que en cierto modo no le faltaba razón.

No es sostenible un sistema económico basado en la máxima producción, consumo y explotación ilimitada de los recursos. Tenemos un planeta, con recursos limitados, y debemos concienciarnos en compatibilizar su explotación racional con una mejora de las condiciones de vida.
Las características del desarrollo sostenible son varias, pero me quedaría con tres afirmaciones. Un desarrollo sostenible busca la manera en que la actividad económica mantenga o mejore el sistema ambiental, usa los recursos eficientemente y promueve la autosuficiencia regional.

Y creo que este último punto puede dar mucho que hablar, teniendo en cuenta la circulación ininterrumpida de las mercancías, que a veces incluso se cruzan de forma absurda en las carreteras, en los océanos.
Comemos carne de Argentina, pescado de Chile, kiwis de Australia y langostinos de Groenlandia. Nos vestimos con ropa fabricada en China, Turquía o Marruecos. Tenemos un amplio abanico donde escoger.
La cara oscura de esta cuestión son las caravanas de camiones, o los numerosos portacontenedores que transitan por mares y océanos.
Y en ese sentido, todos y cada uno de nosotros somos partícipes de esto ya que en gran medida se transporta la mercancía que posteriormente consumimos. Esto sin contar que con la política de flujos tendidos, muchas veces el verdadero almacén de una empresa no es otro que el camión o el propio barco.
¿En qué medida es esto razonable?
Cierto que garantiza unos precios bajos o muy bajos que benefician al consumidor, pero el precio indirecto a pagar es alto, muy alto: desde las congestiones de carreteras, hasta la contaminación de los mares, accidentes de tráfico, etc).
¿Es necesario por ejemplo que un producto recorra 15 o 20.000 kilómetros para que podamos consumir algo que se ha podido fabricar a nivel local?

Un cambio de mentalidad es difícil pero necesario. Será lento pero creo que todos y cada uno de nosotros debería concienciarse, debería detener por un momento su ajetreado modo de vida y pararse a pensar. Porque todos y cada uno de nosotros somos cómplices en este asunto. No acusemos entonces al camión de contaminar, al barco, al transporte en general.
Porque creo que la problemática es mucho más compleja y que nos debería hacer reflexionar a todos.

Virginia Gil
Directora PLAE

miércoles, 2 de junio de 2010

Artículo de Opinión

¿Colaboras o compites?

Sucedió en el Salón Internacional de la Logística, que se celebró en Barcelona entre el 25 y 28 de mayo, pero no dejó de ser un acto discreto, que en gran medida pasó desapercibido a ojos de muchos. Tal vez por ello, estas líneas puedan ser útiles para comunicar y al mismo tiempo agradecer.


Comunicar sobre la iniciativa tomada por Barcelona Centre Logistic Catalunya de publicar un manual que recoge y describe como somos varias entidades similares, actuando en espacios geográficos diferentes, con muchos puntos de colaboración en común. Porque de lo que se trataba era de dejar a un margen particularismos y diferencias regionales y apostar por presentar en una única edición a Barcelona Catalunya Logistic Center (BCL), a Aragón Logística, a la Agencia Navarra de Logística (ANL) y a la Plataforma Logística Aquitania Euskadi (PLAE). Todo un reto en los tiempos competitivos que corren hoy en día. Porque el mercado, la ideología capitalista pide y exige competir.


Sin embargo pienso que por momentos, deberíamos alzar la vista y pensar con la mente más abierta, ensanchar horizontes por así decirlo.


De lo que se trata, creo y deberíamos tenerlo claro, es de evitar la deslocalización de empresas, es de bajar el precio de la unidad de mercancía transportada. Las infraestructuras, y entidades semejantes a la que represento, por no hablar de las Comunidades Autónomas, no deberían competir entre sí, sino que debería competir la economía española (y en algunos casos incluso la europea) frente a otras economías europeas y mundiales. El objetivo de la logística es la competitividad a nivel global. Lo que importa repito, es que la empresa sea competitiva y evitar que ésta se deslocalice. Y para ello hay que adaptar áreas logísticas a la economía, hay que adaptar infraestructuras, pero también hay que adaptarse y sobre todo colaborar, ser flexible. Trabajar en común y no frente a frente.
Cierto que cada uno, luchará en cierto modo por mejorar su territorio, su nivel local. Pero es necesario a menudo, ir más allá y pensar en global, que supuestamente es lo que hacemos, pero que tal vez no lo hagamos tan bien como deberíamos o como podríamos hacerlo, con un mínimo compromiso, con unos valores.


Hace unos días escuchaba en un foro hablar sobre economía abierta (
http://blog.consultorartesano.com) :
“Comparte con la sociedad lo que sabes hacer. Quizás no tengas que exigir dinero a cambio porque devolvemos lo que cogemos para el que el planeta acabe con aquella generación tan competitiva”


“Muéstrate como eres porque los demás ya lo saben, ya te conocen, y a veces mejor que tú. Explota tus defectos. La gente quiere ayudar a quienes lo necesitan.”


“Teje red. Ahí está el futuro en cooperación con la gente y las empresas que aún no conoces. Repiensa tu actividad empresarial como conector porque de ahí surgen inmensas posibilidades. Forma una comunidad, no compitas en un mercado.”


Y miraba las caras extrañadas de los allí presentes, empresarios en gran medida, cortados por el patrón del capitalismo, y no tanto por el humanismo del que se ha erigido un firme defensor la asociación Lógica (con la que comparto totalmente el planteamiento) y que tendríamos que poco a poco todos, uno a uno, ir aplicando en nuestros quehaceres cotidianos, en nuestro día a día, laboral y personal.


Yo simplemente espero que este manual “·La banana logística atlántico mediterránea” sirva de ejemplo para otras iniciativas. Y que del mismo modo, pueda servir este manual, para empezar un nuevo y largo camino que nos queda a todos por recorrer.

martes, 11 de mayo de 2010

Transporte y medioambiente



La apuesta del sector por carretera



Puede resultar paradójico, pero cuando se habla de transporte sostenible se habla poco o nada del transporte por carretera y me gustaría que estas líneas sirviesen para realzar los puntos positivos de un sector que goza en mi opinión de una mala reputación injustificada. Es cierto que queda mucho por hacer y que la “sensibilidad medioambiental” no está todavía en boca de todos, pero creo que es justo, mencionar los esfuerzos que se están llevando por una parte del sector y varios estudios avalan esta afirmación:



1. Las emisiones de los nuevos vehículos industriales que ya equipan motores EURO5 han bajado un 95% desde 1990 y casi un 50% desde 2000, año tomado como referencia. (Estudio seguridad carretera. Dekra).
2. La contaminación generada por camiones es la mitad que la provocada por turismos y furgonetas (Stern Report)
3. El transporte de mercancías aporta el 4,6% al PIB y sólo genera el 0,6% en costes externos. (La reducción de los costes externos en el transporte terrestre de mercancías. Fundación Francisco Corell).

Sólo hay que tomar como ejemplo a nuestro país vecino, y conocer un poco más de cerca la novedosa iniciativa que está llevando a cabo con el sector y para el sector. Una iniciativa que busca mejorar la imagen de un transporte imprescindible a la cadena logística y a las políticas intermodales pero que debe adaptarse a nuevos tiempos, a nuevos escenarios. Creo que es necesario que el sector del transporte por carretera deje de sentirse amenazado, y ocupe la posición que se merece en la cadena logística. Pero también tiene que tener en cuenta, que se avecinan nuevos tiempos y que debe ser más flexible, sobre todo, en cuanto a complementariedad con el resto de los modos. Se trata de profesionalizar y de educar al sector español. La mercancía rodada supone más kilómetros y por lo tanto, mayor inseguridad. Al fin y al cabo la mentalidad del transportista debe ser europea. No hay que convencer, hay que demostrar y sobre todo, erradicar la desconfianza. El transportista nunca debe sentirse "de relleno o desplazado". Siempre tendrá que existir un respeto mutuo y una necesidad de colaboración.

Y en estos aspectos es en los que se está trabajando la iniciativa francesa “Objetivo C02, los transportistas se comprometen”. Se trata de una iniciativa que parte del gobierno central en colaboración con la Agencia de Desarrollo Medioambiental (ADEME), junto con las principales organizaciones de transportistas por carretera (FNTR y TLF) y que consiste en la firma voluntaria de un convenio que compromete a las empresas firmantes a disminuir sus emisiones de CO2, mediante la reducción del consumo de carburante. Existen diferentes acciones, divididas en cuatro ejes principales: el vehículo, el carburante, el conductor y la organización de los transportes. La empresa, tras haber realizado un diagnóstico previo de CO2, debe al menos poner en marcha una acción en cada uno de los ejes anteriormente mencionados, acciones que serán objeto de une evaluación a lo largo de los tres años que dura el compromiso adquirido. Entre las acciones puestas en marcha destacan; formar en eco-conducción (10% de ahorro de carburante), embridar motores a 80km/h (5% de ahorro), así como utilizar neumáticos verdes (3% de ahorro). Pero también la modernización de la flota, la utilización de combustibles alternativos y de transporte combinado, la optimización de flujos, la implicación de los clientes, primas para los conductores, etc.



Los beneficios logrados son varios: beneficio económico debido a las reducciones de CO2 que implican a su vez reducciones del consumo de carburante y por extensión, reducción de la vulnerabilidad frente al precio del crudo. por otra parte, beneficio comercial puesto que cada día más, el cliente valorará a aquellos transportistas concienciados por limitar su huella de carbono en sus actividades logísticas.


Y por supuesto, el beneficio medioambiental, porque con dichas reducciones la imagen del sector gana, y la sociedad lo valora.
A día de hoy, 69 empresas han manifestado de forma voluntaria su compromiso y están trabajando en los ejes anteriormente mencionados. La iniciativa se consolida y el sector mejora su imagen al tiempo que contribuye al transporte sostenible.
Y yo me pregunto, ¿Sería utópico plantear una iniciativa similar de este lado de la frontera?

Virginia Gil
Directora PLAE

miércoles, 3 de febrero de 2010

¿Y después de Copenhague….?

Después de lo visto y vivido en Copenhague, creo que queda claro que un consenso mundial es harto imposible. Tal vez, se hayan puesto de manifiesto más que nunca, las limitaciones de las Naciones Unidas como ente decisor de acuerdos complejos.

Hay que reconocer también, que en Copenhague el último acuerdo firmado in extremis por EEUU y China, revela que el liderazgo de la UE debe ser mas explicito en esa clase de encuentros.

Tal vez por ello, y fuera de la cumbre, hoy más que nunca desde la UE se nos habla de descarbonizacion y de corredores verdes. Pero al margen de lo sucedido, la sociedad civil, las empresas, las regiones e incluso algunos estados por cuenta propia y siguiendo el protocolo de Kioto apuestan por la preservación del medio ambiente y lanzan medidas. De lo que se trata, y todos somos conscientes, es de reducir urgentemente las emisiones de Co2 y todos en ese camino podemos contribuir de algún modo.

En el entramado que supone la lucha contra el medio ambiente, el transporte a menudo es fuente de comentarios. La agencia europea del medio ambiente señalaba en su informe de 2007 que entre 1990 y 2003, las emisiones de CO2 provenientes del sector agrícola y de producción de energía habían disminuido en Europa entre 1990 y 2003 mientras que las derivadas del transporte terrestre habían aumentado un 21%. Ante esta situación solo cabe la actuación.

Así, recientemente el World Shipping Council que representa el 90% de la actividad mundial de contenedores, ha anunciado su propuesta a la OMI (Organización marítima internacional) para reducir las emisiones de CO2, imponiendo una tasa a las navieras menos eficaces en términos de consumo de carburante. La recaudación de dicha tasa ira a un fondo gestionado por la OMI y se destinara a financiar la investigación y las iniciativas a favor de la reducción de emisiones de CO2.

Del mismo modo, organizaciones como la IRU (Organización Mundial del Transporte por Carretera), y la IATA (Asociación Internacional del Transporte Aéreo) se muestran comprometidas con el tema y se comprometen a reducir en unos años sus emisiones de CO2, sin llegar sin embargo a proponer una iniciativa tan concreta como la de la OMI. A nivel privado y en lo que a transporte se refiere, empresas como DB Schenker, Bosh, IKEA o Procter and Gamble entre otras, coinciden en la idea de que la eficiencia económica y medioambiental no son contradictorias y una gran parte de la reducción de gastos experimentada por sus empresas han sido debidas a la presión para reducir su impacto medioambiental.

La Unión Europea que en Copenhague ha tenido un papel discreto, apuesta últimamente y de forma contundente por la descarbonizacion sobre todo del transporte por mercancias, por los corredores verdes.
De acuerdo con la definición comunitaria los corredores verdes son un concepto de transporte integrado donde el Short Sea Shipping, el ferrocarril, las vías navegables interiores y la carretera se complementan para permitir la elección de un transporte respetuoso con el medio ambiente. El concepto de verde o ecológico en un corredor puede identificarse en diferentes aspectos: el cambio a un corredor mas corto que el habitual, la utilización de energía limpia a través del corredor (por ejemplo energía hidráulica en trenes o H2 para la carretera), que se trate de un corredor multimodal que permita utilizar el modo de transporte mas económico (internalizacion de costes externos), imponiendo el uso del modo de transporte mas ecológico (por ejemplo prohibiendo el transporte por carretera en un tramo) o que se trate de corredores intermodales que permitan el cambio entre los diferentes modos de transporte.
Para el desarrollo de dichos corredores, no se trata a corto plazo de crear nuevas infraestructuras, sino la optimización de las existentes través de la innovación, el intercambio de información y la comodalidad. Estas acciones no requieren un esfuerzo económico excesivo y pueden ser muy efectivas a la hora de reducir las emisiones de CO2, actuando por ejemplo sobre la política de precios, el control de la velocidad, la gestión del trafico, la integración en la política RTE-T o los proyectos de demostración (el caso sueco entre el puerto de Gothemburgo y Scania es ejemplar)

A nivel estatal, si en España se ha lanzado la tímida ley de Economía Sostenible, nuestros vecinos franceses se encuentran sin embargo en pleno debate (mucho mas vanguardista) sobre la tasa carbono. Se trata de un impuesto medioambiental cuyo principal objetivo es reducir las emisiones contaminantes haciendo pagar a los que contaminan en función de sus emisiones. El impuesto aumenta de forma proporcional el precio final del producto, según hayan sido las emisiones necesarias para fabricarlo. ¿Cuánto cuesta 1 tonelada de CO2? En un principio este ha sido fijado a 17€, lo que equivale a aumentar en 4, céntimos el litro de gasolina y de 0,4 céntimos el Kwh. de gas. Para tener una idea, un litro de gasolina emite mas o menos 700 gramos de CO2, y un francés de media cada año emite 8 toneladas de CO2. Dicho impuesto favorece de este modo el consumo de productos que emiten menos dióxido de carbono y en paralelo existe además un sistema de compensación y así, los consumidores se verían recompensados por un cheque verde.

Haga lo que puede, con lo que tenga, donde esté, decía Theodore Roosevelt.
Si todos y todas, fuésemos capaces de modificar nuestra actitud, de mejorar nuestro comportamiento, con pequeños gestos cotidianos, probablemente conseguiríamos grandes avances en la consecución de un acuerdo global, en materia medioambiental.


Virginia Gil
Directora de la PLAE

viernes, 18 de diciembre de 2009


EMPIEZA UN NUEVO AÑO….

… y eso siempre trae algo de magia a nuestras vidas.

Echando la vista atrás y pensando en lo que ha sido el 2009, creo que pocos podrán afirmar que se ha tratado de un año fácil. En cualquier caso, todo llega y todo pasa, y ante la adversidad, lo ideal es crecerse y sobre todo aprender para sacar algunas lecciones.

Hablaría de humildad, de flexibilidad, de la importancia de las personas, de los valores y de la confianza, a la hora de emprender un nuevo camino dejando atrás la crisis.

La crisis puede y debe ser una cura de humildad para todos. Al fin y al cabo, se hable de transporte por carretera, marítimo, ferroviario o aéreo, estamos todos en el mismo “barco”. Se trata de reconocer lo que somos en realidad, dejando de aparentar, y empezando a ser, haciendo un ejercicio de responsabilidad individual, confiando en nosotros mismos, pero también en los que nos rodean.

En ese sentido la persona es fundamental y en la medida en que se sienta “cuidada” y “formada” se podrá elaborar un proyecto conjunto. Es necesario trabajar por y para las personas, trabajar con las personas. En el sector logístico y en cualquier otro sector. Flexibilidad de igual modo para adaptarnos a nuevos retos, a nuevas crisis que en un futuro nos volverán a acechar. Y sin olvidar la cuestión de los valores, es decir la logística humanista por la que aboga Lógica con su decálogo. Cuestiones como protección medioambiental, acción social, relaciones laborales responsables, lucha contra la corrupción, relaciones responsables con los medios de comunicación, competencia leal, - gran asignatura pendiente del sector logístico-, e innovación tecnológica, deberían ser cada día más tenidas en cuenta.

¿Y qué nos depara el 2010? ¿Cuáles son las perspectivas del sector a corto, medio y largo plazo? A corto plazo, lo importante es la recuperación del sector, económica y anímicamente. Salir de la crisis, una vez el ciclo económico recuperado. Cuando el consumo crezca –pero de forma responsable-, su consecuencia inmediata derivada, será el aumento de los volúmenes de mercancías transportadas. Y entonces poco a poco, el sector volverá a ver la luz. Las consecuencias de esta crisis han sido varias, desde cierre de empresas, hasta procesos de fusión y absorción. No será fácil, pero es preciso confiar. En ese sentido, si queremos un transporte eficiente y sostenible se tendrán que contemplar relaciones que incluyan un elemento de partenariado. Para crear una cadena logística renovada, es necesario entender que cada uno de los que participan tiene que aportar valor a esa cadena, y que los ahorros y mejoras de servicio han de venir de un modelo de colaboración, de confianza. Hay que confiar en el eslabón que hay delante, pero también en el que está detrás.

En ese marco de colaboración y cooperación, la PLAE se adentra en el 2010, con optimismo. Este año al igual que el pasado, se verá marcado por la ejecución del proyecto europeo AETN que ha supuesto para la agrupación, un impulso importante a la trayectoria que hasta el momento tenía. Impulso financiero sí, pero sobre todo, impulso real en cuanto a los contenidos de sus acciones. Sin embargo, la esencia de la PLAE no cambiará, ni sus valores, ni sus principales objetivos.

La PLAE persigue el desarrollo sostenible, el crecimiento en armonía, la cooperación y el diálogo ya no sólo entre actores de diferentes modos de transportes y medios, sino entre diferentes regiones, diferentes países. Desde su puesta en marcha, la PLAE busca potenciar la situación estratégica de ambas regiones y proyectar la Euroregión como un gran espacio logístico. Su principal objetivo es fomentar el desarrollo de la intermodalidad y el transporte sostenible, evitando la congestión de las carreteras. Para ello, la PLAE potencia el desarrollo de otros modos de transportes como el marítimo o el ferrocarril. La PLAE pretende constituirse en un punto de referencia a nivel transfronterizo para el sector del transporte y la logística.

Y sobre todo, la PLAE entiende que en el principio de todo, están las personas, porque sin ellas nada es posible y el éxito de cada proyecto futuro, sólo tendrá sentido con ellas, mediante un proceso que saque a relucir lo mejor de cada persona involucrada en cada tarea concreta. Así ve la PLAE el nuevo año que empieza.
Como decía Ayrton Senna “no podemos volver atrás y hacer un nuevo comienzo, mas siempre podemos recomenzar y hacer un nuevo fin”. ¡Feliz 2010!


VIRGINIA GIL
DIRECTORA DE LA PLAE

jueves, 3 de septiembre de 2009

La Plataforma Logística Aquitaine-Euskadi organiza un foro de debate sobre la intermodalidad en Euskadi y Aquitania

La Plataforma Logística Aquitaine-Euskadi (PLAE) organiza un foro de debate sobre la intermodalidad en Euskadi y Aquitania el 17 de septiembre, jueves, a las 18:30h en el Recinto Ficoba de Irún.

Éste evento está organizado en el marco del proyecto AETN (Aquitania Euskadi Trans Network), co- financiado por el FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional), a través del programa de cooperación transfronteriza POCTEFEA (Programa Operativo de cooperación territorial España-Francia-Andorra 2007-2013).

Mediante esta jornada queremos ofrecer la oportunidad de discutir entorno a diferentes ámbitos de la intermodalidad; objetivos, enfoque, asignación de recursos, el cómo, el cuándo, la tecnología, la formación, etc", y es que en palabras de Virginia Gil, Directora de la PLAE, "Hoy en día se habla mucho de intermodalidad y se entiende como algo cada vez más imprescindible por ser un indicador general del nivel de los servicios y por contribuir a la mejora de cada modo que interviene en la cadena. Ahora bien, la intermodalidad exige una estrategia internacional, una planificación y una gestión coordinada y compartida con las empresas, por tanto, a través de nuestra jornada queremos ofrecer conocimientos y experiencias que ayuden a las empresas en esta gestión".

Dirigida a profesionales de empresas transportistas, operadores logísticos, organismos e instituciones profesionales y educativas, responsables de administraciones públicas y asociaciones vinculadas al sector, la jornada pretende ser una herramienta para el correcto uso y gestión de la intermodalidad en las empresas de la zona.


El programa del foro-debate consiste en una mesa redonda en la que participarán los siguientes profesionales:

Moderador: Carlos Etxeberri. Jefe de Sección de Economía. Noticias de Gipuzkoa.
- Gregorio Esparza. Director de Estibadora Algeposa.
- Miguel Urteaga. Gerente de ArcelorMittal-Olaberria.
- Iñaki Izagirre. Responsable de Logística Internacional del Grupo Fagor Electrodomésticos.
- Alberto Ambrogio. Director Gerente de Ambrogio en Mouguerre.
- Representante cargador logístico aquitano.

Las personas interesadas en asistir a este debate deben enviar sus datos personales al número de fax: +34 943 42 38 63 o vía email a ibocka@pl-ae.com. La jornada es gratuita, de modo que el aforo es limitado.